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GIRO 1999

El hombre de las ocho mujeres

QUINTA ETAPA. Terme Luigiane-Monte Sirino / 147 Km

Chepe Gonzáez, en solitario en la meta de Monte Sirino.

JON RIVAS | Enviado especial

MONTE SIRINO (ITALIA).- Los equipos españoles hicieron pleno sin corredores de casa. Viva la cantera. Ganó el colombiano de las ocho mujeres, Chepe González, y se vistió de rosa el francés menos francés del pelotón, Laurent Jalabert.

Vayamos por partes: primero, lo de las ocho mujeres. Lo dice el mismo Chepe. Tiene en casa a su abuela, su mujer, sus hermanas y sus hijas. Mucha gente para mantener, así que la bicicleta es el recurso. Y la pillería. «Probé con Di Luca un par de veces en los primeros kilómetros de subida. Vi que me respondía, así que pensé que era mejor guardar fuerzas para los últimos kilómetros. Gracias a Dios pude ganar». La primera alegría para el Kelme después de un principio de Giro terrorífico. Primero Otxoa, después Rubiera, el lunes el susto de Oscar Sevilla. Pero ayer la sonrisa de Pino ya no es de circunstancias. Años atrás venían a Italia para hacer méritos de cara al Tour. Ahora pueden pensárselo.

Ya tienen una, como la ONCE, y quieren más, como todos. Aprovecharon una etapa que ya conocían, que habían ganado con Cubino en 1995. El final en Monte Sirino era casi apto para todos los públicos. Un especialista funciona mejor en cualquier cuesta, pero ésta no asustaba a nadie. De hecho, los ciclistas se pasaron la ascensión descendiendo. Suena a paradoja, pero es así.

Era, por tanto, un terreno propicio para Jalabert. Si ha conseguido ganar en los Lagos de Covadonga por qué no iba a poder hacerlo en el monte Sirino. O por lo menos, vestirse de rosa. Bastaba con controlar el asunto.

La ONCE lo hizo. Mantuvo siempre a raya la escapada en la que circulaba Chepe González. Saiz infiltró a Andrea Peron y Martín Perdiguero. Estaban también Piccoli, Buenahora, Arrieta, Petacci y Di Luca. Les dejó hacer. Algunos se fueron cayendo de maduros, otros hicieron esfuerzos de los que no se recuperaron, y quedaron sólo Peron, Chepe y Di Luca. Por detrás Zarrabeitia ponía ritmo. A veces también el Banesto.

El líder, Blijlevens, se había dejado los pulmones en el intento mucho antes. Estaba ya fuera de juego, con la maglia de líder, pero sin esperanzas de repetir en el podio. Así que Jalabert se planteó su segundo objetivo de este Giro. Experimentar en carne propia el placer de vestir la prenda más prestigiosa de la ronda italiana. Cambió de bicicleta en el lleno y lo consiguió con relativa facilidad. Con Chepe y Di Luca a la vista, aceleró el ritmo, puso en fila a los que le seguían y entró tercero. Dice que no va a ganar: «Porque, además, he visto muy sobrados a Pantani y a Gotti» -que entraron inmediatamente detrás de él-, pero al menos ya sabe lo que es ser el líder del Giro. Una gozada.

La cantera española de momento no aparece. Dejan hacer, se supone, a la espera de tiempos mejores. Jiménez, por ejemplo, pudo estar ayer más arriba, pero pinchó a falta de dos kilómetros y tuvo que llegar a la meta sobre la llanta. De todas formas fue el segundo español por detrás de Santi Blanco, que entró decimocuarto. Viva la cantera.

Virenque, a recuperarse en el Giro

MONTE SIRINO (ITALIA).- Richard Virenque trata de recuperarse en el Giro de los golpes que está recibiendo desde todas partes en su país. El corredor francés cuenta con la confianza de su equipo, el Polti, y con la tranquilidad de correr en Italia, donde casi pasa desapercibido. Pantani lo acapara todo, y por si fuera poco, el de Casablanca corre en un equipo italiano y eso le permite recibir la misma protección que los corredores de casa. A Virenque se le ve sonriente y amable. Firma autógrafos como siempre y se para a hablar con quien le pregunta, pero seguro que la procesión va por dentro: «He pasado, en el último mes, los peores días de mi vida». La redada en la que fue detenido su hermano y el doctor Sainz, la posterior asistencia al careo con su ex masajista, y la filtración de la noticia de que al fin había confesado, aunque posteriormente fue desmentida, han influido de forma importante en su moral: «Lo he superado recurriendo a los amigos y, curiosamente, gracias al sol. Cuando hace sol me pongo muy alegre y se me pasan las penas». Virenque afirma: «En Francia me han tomado como cabeza de turco y me están haciendo la vida imposible. No es lo mismo que con Zülle. El confesó pero le han dejado en paz. Es suizo y en su país le tratan de otra manera». Martínez, sigue líder en el Midi.- El kazajo Alexandre Vinokourov, del equipo francés Casino, se adjudicó la segunda etapa del Midi Libre, disputada sobre un recorrido de 164 kilómetros entre Saint Affrique y Castelnaudary, mientras que el español Alberto Martínez (Euskaltel) conserva el liderato en la general.

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